Evidencias arqueológicas (clásico tardío 450-650 d.C.) [1]
Hay evidencias de ocupación en el lugar desde el Preclásico, aunque todavía no ha sido posible identificarlas mediante excavaciones arqueológicas controladas, dichos materiales has sido encontrados en colecciones particulares. La primera ocupación registrada mediante sondeos estratigráficos corresponde al Clásico (ca.200-650 d.C) y al Epiclásico (ca.650-900 d.C). En cuanto al Posclásico (ca.1000-1521), los materiales hacen referencia a una ocupación Matlatzinca y Mexica, asociados principalmente a una ocupación de tipo rural o de subsistencia (zonas de cultivo agrícola).
VASIJAS USADAS COMO TLECUILTONTLI O TLECUILES
La función de los tecuiltontli eran básicamente dos: la primera está relacionada como un espacio conformado por tres piedrasdonde, posiblemente, se llevaban a cabo prácticas culinarias de preparación de alimentos; mientras que la segunda pudo estar relacionada con procesos de calefacción de las habitaciones o con alguna función para recalentar la comida.
Como se ha mencionado anteriormente, existen varias posibilidades respecto al uso que se le dio a las vasijas denominadastlecuiltontli. Considerando las condiciones climáticas y el entorno en el cual los habitantes de San Mateo Atenco vivieron durante la época prehispánica, es decir, un ambiente húmedo y frío durante el invierno característico de la zona lacustre del valle de Toluca, resulta lógico pensar que la función de los tlecuiltontli estaba asociada a la calefacción de las habitaciones. La localización de estos artefactos así lo sugieren, ya que al parecer, por “sentido común”, de la manera en que lo aborda la teoría de la cotidianidad, y apelando a la lógica y a lo "normal" de las prácticas cotidianas, se ubican al centro de los cuartos, cuando son espacios pequeños y reducidos, y cuando se trata de espacios más amplios pueden existir varios distribuidos en la habitación.
Es posible sugerir que las primeras brasas que se colocaban en el tlecuiltontli provenían de los tlecuiles localizados en la cocina y en donde sí se quemaba leña de dimensiones mayores que pudieran dejar brasas, posteriormente dichas brasas eran transportadas en fragmentos grandes de cerámica hacia los rescoldos localizados al interior de las habitaciones, donde eran alimentados o mantenidos con pequeñas ramitas o con algunos otros combustibles de dimensiones menores. Quizás esta sea una de las razones por las cuales varios fragmentos de cuerpos de ollas presentan manchas blanquecinas o restos de carbón al interior.
Como se ha mencionado anteriormente, existen varias posibilidades respecto al uso que se le dio a las vasijas denominadastlecuiltontli. Considerando las condiciones climáticas y el entorno en el cual los habitantes de San Mateo Atenco vivieron durante la época prehispánica, es decir, un ambiente húmedo y frío durante el invierno característico de la zona lacustre del valle de Toluca, resulta lógico pensar que la función de los tlecuiltontli estaba asociada a la calefacción de las habitaciones. La localización de estos artefactos así lo sugieren, ya que al parecer, por “sentido común”, de la manera en que lo aborda la teoría de la cotidianidad, y apelando a la lógica y a lo "normal" de las prácticas cotidianas, se ubican al centro de los cuartos, cuando son espacios pequeños y reducidos, y cuando se trata de espacios más amplios pueden existir varios distribuidos en la habitación.
Es posible sugerir que las primeras brasas que se colocaban en el tlecuiltontli provenían de los tlecuiles localizados en la cocina y en donde sí se quemaba leña de dimensiones mayores que pudieran dejar brasas, posteriormente dichas brasas eran transportadas en fragmentos grandes de cerámica hacia los rescoldos localizados al interior de las habitaciones, donde eran alimentados o mantenidos con pequeñas ramitas o con algunos otros combustibles de dimensiones menores. Quizás esta sea una de las razones por las cuales varios fragmentos de cuerpos de ollas presentan manchas blanquecinas o restos de carbón al interior.